Un año difícil el 2020

A continuación, en estas líneas, le expreso mi opinión sobre los acontecimientos del año bisiesto 2020, y el impacto que dejo en la humanidad, dada su complejidad y registro histórico. 

Creo que los acontecimientos del año 2020, serán estudiadas por muchas generaciones en el futuro, para conocer fortalezas, oportunidades, debilidades o amenazas que representa para la humanidad, pero no debe esperar las estrategias y acciones para contrarrestar la vulnerabilidad sanitaria y con ello la necesaria recomposición y mejoramiento de los sistemas de salud a nivel global, los cuales colapsaron en la mayoría de los países por la magnitud de la pandemia ocasionada por un virus cuyo inicio se cree tuvo lugar a finales de 2019 en Wuhan (CHINA), y al cual los científicos identificaron como “SARS-CoV-2”, pero mundialmente se le conoció como COVID-19. 

La revisión para mejorar la capacidad de respuesta de los sistemas de salud a nivel global cubre “acciones de control” para minimizar consecuencias, pero también son necesarias “acciones preventivas” capaces de generar las alertas tempranas para evitar siquiera la ocurrencia de este tipo de eventos, y con ello minimizar los riesgos y peligros biológicos que tienen suficiente potencial para afectar gravemente a la humanidad; de allí que la seguridad en el manejo de estas cepas (de microorganismos), y la seguridad misma de los laboratorios, debe ser revisada, esto en el supuesto que haya sido producido el SARS-Cov-2 en un laboratorio; pero como se cree fue en un mercado de la localidad China de Wuhan, entonces las medidas de inspección y verificación de la sanidad de los alimentos debe colocarse sobre la mesa para determinar y minimizar las probabilidades de “contaminación cruzada”. 

Adicionalmente la promoción o campañas de buenos hábitos de higiene para tratar los alimentos y preparar las comidas “exóticas” debe ser un elemento principal de las políticas sanitarias de los países, entre otras. También debe fomentarse el estudio o preparación de personal en las ciencias de la salud para cubrir el déficit de personal sanitario en los sistemas de salud a nivel mundial, con énfasis en la atención de emergencias complejas de gran magnitud. 

Esta situación a la fecha aún prevalece, con una cifra altísima de personas contagiadas, y en el peor de los casos, personas fallecidas por esta causa. !Mis condolencias a sus parientes¡ 

La pandemia ha tenido graves consecuencias directas, pero éstas apenas son la punta del Iceberg, porque las consecuencias indirectas son aun mayores, entre ellas las relacionadas con el impacto en las relaciones sociales (distanciamiento y cuarentena); en la economía (cierre de empresas), el petróleo increíblemente, se cotizo en (menos treinta y siete dólares) “USD$-37”; en el trabajo (pérdidas de empleos); en la salud (el sistema de salud colapso); en el deporte (se cancelaron todos los eventos, incluyendo los juegos olímpicos de Tokio), curiosamente la última vez que se cancelaron los juegos olímpicos fue durante la 2da guerra mundial, y también fueron en Tokio; en el cine (se pospusieron el estreno de películas); en la educación (se cancelaron la asistencia presencial a clases) entre otras.. ¡La normalidad ya no fue normal! 

Por si fuera poco, las relaciones políticas entre países, también hicieron lo suyo, comenzando el 2020, con el gravísimo enfrentamiento entre IRAN y EEUU por el asesinato del General IRANI Qasem Soleimani, las puertas de una guerra estuvieron casi abiertas en vísperas de una pandemia, una combinación catastrófica para todo el planeta; recordemos las causas del inicio de la 1era Guerra Mundial. En los misiles que envió IRAN a las bases aéreas de Al Asad y Erbil, operadas por Estados Unidos en territorio de Irák, resultó impactado “accidentalmente” el vuelo 752 de Ukraine International Airlines, con un saldo de 176 personas muertas.

Un gran incendio forestal azotó a Australia, y con ello muchos animales fueron afectados; todo un sistema ecológico fue arrasado por las llamas. Muchas asociaciones de ecologistas acudieron en el rescate de algunos, pero un fue suficiente. 

Otros mas ocurrieron, como terremotos (Puerto Rico), inundaciones (Indonesia), Terrorismo (Inglaterra), otros más con sus saldos en negativo para la sociedad mundial; pero el asunto no es hacer una exegesis de los eventos, sino más bien tener una concepción general de las causas y consecuencias de todo lo acontecido y reconocer que la humanidad tiene un gran aporte que dar para minimizar la vorágine depredación del único planeta que alberga las condiciones para que podamos existir.

Hay que reconocer y apreciar que todo lo acontecido también merece considerar los aspectos positivos que por la enseñanza nos ha dejado, para considerar un cambio de paradigmas que acelere nuevas formas de trabajo, educación e interrelación a distancia, nuevos escenarios en los que, aunque no estábamos preparados para actuar, tenemos que enfrentarlos y superarlos para poder sobrevivir tanto en el plano de la salud como en lo económico y la educación principalmente. ¡Algunos padres sintieron nuevamente la carga académica de la escuela y el liceo de sus hijos!

Las evaluaciones ambientales que grupos ecologistas han realizado, dan a conocer que el ambiente de algún modo se ha beneficiado. No podemos dejar de distinguir que la cuarentena fue como una medida cautelar que la naturaleza le dicto a la humanidad para recuperar sus espacios, ¡fue como una advertencia! 

Que nos depara en el venidero año, ¡No lo sabemos!, pero vamos a esperar lo mejor para continuar con la “normalidad” de nuestras vidas, esperando que la sociedad mundial haya aprendido que los recursos naturales son finitos, que hemos estado abusando de ellos, y contaminándolos; que es necesario un cambio de paradigma en nuestra forma de pensar, sentir y actuar; que es necesario mejores medidas de seguridad biológica; que debemos ahora acondicionar nuestros espacios de trabajo según las reglas de la bioseguridad; y otras muchas más reflexiones pueden surgir del análisis e interpretación de lo acontecido. ¡Por la vida!.

Por 
Carlos C. Castro E.
castrocc87@gmail.com
31 de diciembre de 2020

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