ORGANIZACIONES MAS SALUDABLES

Creo que la pandemia como evento de magnitud catastrófica para el mundo, abre las puertas a la necesidad de replantear las estrategias de prevención en materia de Gestión de la Seguridad y Salud, en las organizaciones y por lo tanto hacia una política de seguridad laboral acorde con los nuevos tiempos, por parte de los gobiernos, lo cual debe trascender en la aplicación de correctivos por su incumplimiento.

Si bien para algunas, sobre todo en Venezuela, el tema de la seguridad y salud en el trabajo se torna como un mero requisito para cumplir con una formalidad legal administrativa, para evitar sanciones, y en algunos casos extremos ni se considera o se conoce. 

Quienes dirigen organizaciones, publicas, privadas, mixtas, con fines o sin fines de lucro, y donde interactúan trabajadores para obtener un producto o servicios; a partir de ahora deben tratar el tema de la prevención como un asunto de extrema importancia, debido al impacto que tiene sus consecuencias medibles en términos de pérdidas para las operaciones y la producción; sin dejar a un lado que el objetivo principal de las ciencias de la Seguridad y Salud, está dirigido a la protección del ser humano, primeramente.

Ahora, sobre los responsables de la gestión de seguridad y salud en las distintas organizaciones, recae la responsabilidad de mejorar los protocolos de seguridad no solo biológica, sino de toda índole para el desarrollo del trabajo; debiendo mejorar con ellos, los planes para el control de emergencias, y no escatimar en las acciones para la educación continua de los trabajadores en materia de prevención.  

Emerge a partir de ahora un posicionamiento especial para la Cultura de la Prevención, que empieza por “La organización del trabajo”.  Donde fomentar los hábitos seguros, se convierte en una urgencia porque el trabajador no es solo un miembro de la empresa, sino también de una familia y de una sociedad, donde coexiste relacionándose; y en cualquiera de estos escenarios la contaminación cruzada es factible, pudiendo generar enfermedades o accidentes en muchos casos.

Una sólida cultura de prevención encabezada por las convicciones del líder, supervisor, gerente o propietario; ayudaría a establecer el andamiaje necesario para el desarrollo del trabajo seguro.

Actuar sobre las creencias y comportamientos de los trabajadores para generar conductas seguras, trasciende hacia una cultura de prevención en la adecuada gestión de la seguridad y salud dando paso a una nueva visión de trabajo en organizaciones más saludables.

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